¿Sabemos realmente qué es La Ansiedad?
Es una reacción emocional normal que experimentamos todas las personas en mayor o menor medida. Ante un posible peligro, el cerebro nos pone en alerta y nos prepara para poner en marcha algún tipo de acción. Y de forma automática nace la ansiedad, como una respuesta emocional natural asociada a una señal de riesgo.
Pero aunque sea una reacción normal, siempre es experimentada por el individuo como una emoción negativa, no solo porque surge en una situación ante la percibe una amenaza, si no porque también provoca unos síntomas nada agradables.
Los síntomas de la Ansiedad se agrupan en diferentes niveles o planos:
- Cognitivo, se caracteriza por sentimientos de angustia, preocupación, hipervigilancia, tensión, temor, inseguridad, sensación de pérdida de control, dificultades para pensar o concentrarse, etc.
- Fisiológico, aparecen taquicardia, dificultades respiratorias, palpitaciones, sudoración, sequedad de boca, cambios de temperatura, tensión muscular, temblor, molestias gástricas, náuseas, mareo, dolor de cabeza, etc.
- A nivel motor, la ansiedad se manifiesta como inquietud motora, hiperactividad, movimientos repetitivos (rascarse, tocarse..), tics, tartamudez, evitación de situaciones temidas, consumo de sustancias (comida, bebida, tabaco, etc.), alteraciones del sueño, etc.
No todas las personas muestran los mismos síntomas o con la misma intensidad. Cada individuo tiene su propio patrón de respuestas típicas de ansiedad y normalmente, sabe cuál es el tipo de síntoma que predomina en él.
Puede ocurrir, que un individuo reaccione alguna vez con altos niveles de ansiedad, ante una situación en la que la mayoría no lo haría. En tal caso podríamos hablar de una reacción aguda de ansiedad, puntual y no extrema. Pero no de un trastorno.
Hasta aquí todo entra dentro de la normalidad. El problema vendría si…
- pasamos a una intensidad extrema, como en los ataques de pánico
- la situación en que se encuentra el individuo no justifica su reacción
- la ansiedad, le bloquea y no le permite reaccionar
- se vuelve crónica o muy frecuente
En este caso, la reacción deja de ser normal y se vuelve patológica, dificultando la vida normal de estas personas y haciéndoles sentir experiencias muy desagradables en algunas situaciones. A veces, la reacción es prácticamente constante o por todo, lo que llamamos ansiedad generalizada.
¿Cómo podemos controlar la Ansiedad?
En cuanto notes que tu ansiedad va más allá de la normalidad y empieza a cruzar la línea de lo patológico, pide ayuda profesional. No alargues en el tiempo esta situación regalándote un montón de meses de sufrimiento inútil. Una terapia psicológica, te proporcionará recursos para manejarla adecuadamente.
También encontramos niveles importantes de ansiedad en muchos otros trastornos como la depresión, las fobias, las adicciones, las obsesiones, etc. Dentro del tratamiento psicológico específico para estos trastornos, una parte importante de la terapia, irá encaminado a bajar los niveles de ansiedad concomitantes.
Entre los trastornos físicos en los que encontramos altos niveles de ansiedad, están los cardiovasculares, los digestivos, respiratorios (asma), dermatológicos (psoriasis, acné, eczema) y otros trastornos psicofisiológicos como cefaleas tensionales, dolor crónico, disfunciones sexuales, infertilidad, etc. Para todos ellos, es recomendable un apoyo psicológico que ayude a reducir los niveles de ansiedad, que en muchas ocasiones están haciendo más agudos los trastornos o los están manteniendo, a pesar de la medicación.
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La Ansiedad es un mal tan candente hoy día pero afortunadamente tratable, gracias a vuestra profesionalidad
Gracias Carmen, por hacerle la vida más fácil a los demás
Gracias a ti Macarena. Es cierto que hay muchas personas que padecen ansiedad y a veces en un grado de intensidad muy elevado, pero como bien dices, se puede aprender a controlar y no llegar a sufrir tanto.